... Te soltabas el nudo que te retenía el pelo ...Tenias la piel erizada y te reías.Estábamos tan próximos que no podíamos vernos,ambos absortos en ese rito urgente,envueltos en el calor,y el olor que hacíamos juntos.Me abría pasos por tus caminos,mis manos en tu cintura encabritada y las tuyas impacientes.Te deslizabas , me recorrías, me trepabas, me envolvías con tus piernas invencibles, me decías mil veces ven con los labios sobre los mios.En el instante final teníamos un atisbo de completa soledad,cada uno perdido en su quemante abismo,pero pronto resucitábamos desde el otro lado del fuego para descubrirnos. .. Yo te apartaba el cabello para mirarte los ojos .Aveces te sentabas a mi lado, con las piernas recogidas... en el silencio de la noche que apenas comenzaba.Así te recuerdo, en calma.
Tu piensas en palabras,para ti el lenguaje es un hilo inagotable que tejes como si la vida se hiciera al contarla.Yo pienso en imagenes congeladas en una fotografía.Sin embargo, esta no esta impresa en una placa,parece dibujada a plumilla, es un recuerdo minucioso y perfecto,de volúmenes suaves y colores cálidos,renacentista,como una intención captada sobre un papel granulado o una tela.Es un momento profético, es toda nuestra existencia,todo lo vivido y lo por vivir,todas las épocas simultaneas,sin principio ni fin.Desde cierta distancia yo miro ese dibujo,donde estoy yo.Soy espectador y protagonista.Estoy en la penumbra, velado por la bruma de un cortinaje traslucido.Se que soy yo, pero yo soy también este que observa desde afuera.Conozco lo que siente el hombre pintado sobre esa cama revuelta... Estoy allí contigo y también aquí , solo, en otro tiempo de la conciencia.En el cuadro la pareja descansa después de hacer el amor, la piel e ambos brilla húmeda... intima complicidad.Para mi esa visión es recurrente e inmutable, nada cambia...
Cada vez que pienso en ti, así te veo, así nos veo, detenidos para siempre, en ese lienzo, invulnerables al deterioro de la mala memoria.Puedo recrearme largamente en esa escena,hasta sentir que entro en el espacio del cuadro y ya no soy el que observa... entonces se rompe la simétrica quietud de la pintura y escucho nuestras voces muy cercanas
-Cuentame un cuento-te digo-¿Como lo quieres?-Cuentame un cuento que no le hayas contado a nadie.
Rolf Carle.
asísentí.